Salud Visual

29/05/2025

Ojo Seco: síntomas causas y tratamiento

El ojo seco no es simplemente no tener lágrima. Es una enfermedad multifactorial, compleja y crónica que afecta a la superficie ocular, y que debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente, para evitar un problema ocular más grave en un futuro.

Esta patología se produce por un déficit en la cantidad de lágrima y/o en un deterioro de la calidad de la misma, produciendo una inflamación de la superficie ocular.

Suele ser bilateral y es más común en mujeres (especialmente en periodos de menopausia) que en hombres.

La padece un 30% de la población y afecta casi al 100% en edades avanzadas.

En muchos casos, se trata de una enfermedad de larga duración y, con frecuencia, no es posible hacer desaparecer completamente los síntomas que la provocan, pero si disminuirlos. Es importante tratar de identificar en cada caso cuáles son los factores que mas influyen en la sintomatología del paciente, con el fin de realizar un tratamiento lo más individualizado posible.

Hay diferentes tipos de ojo seco, siendo los más comunes:

  • Acuodeficiente (capa acuosa): menor producción de lágrima.
  • Evaporativo (capa lipídica): rápida evaporación de la lágrima.
  • Mixto: es el que combina los 2 anteriores y es el más frecuente.

Las causas y factores de riesgo asociadas a este síndrome son diversas: edad avanzada, menopausia, factores ambientales (aires acondicionados, calefacciones,..), mala alimentación (déficit vitamínico), uso de lentillas, exposición prolongada al sol, efectos secundarios de ciertos medicamentos ( como los antihistamínicos o los antidepresivos), enfermedades autoinmunes (artritis o fibromialgia), tratamientos con quimioterapia o radioterapia, tabaquismo, cirugía ocular, trabajo continuado ante el ordenador o leyendo, etc.

Los síntomas que describen los pacientes, además de la sequedad ocular pueden ser: sensación de cuerpo extraño o de arenilla en los ojos, enrojecimiento, picor, ardor y escozor ocular, pesadez de párpados, fotofobia (sensibilidad a la luz), cansancio ocular, ojos llorosos, …

Para diagnosticar un ojo seco se pueden hacer una serie de pruebas, como el test de Schirmer, para medir la cantidad de lágrima producida por los ojos, el tiempo de ruptura de la película lagrimal (BUT), que evalúa la estabilidad de la lágrima en la superficie ocular y la exploración de los párpados y las glándulas de Meibomio, en busca de signos de inflamación o disminución de estas glándulas, que podrían afectar a la calidad de la lágrima.

En cuanto al tratamiento del ojo seco, todos podemos adoptar una actitud preventiva para evitarlo, siguiendo algunas recomendaciones : mantener una buena higiene palpebral, extremar las precauciones con la limpieza y el uso de lentes de contacto, medidas ambientales (evitar la calefacción y aires acondicionados, usar gafas de sol con filtros solares adecuados, …) hábitos saludables (descansos visuales y mucho  parpadeo, sobre todo delante del ordenador o del móvil) y el consumo de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 como suplementos alimenticios.

A nivel farmacológico, existen las lágrimas artificiales, tapones lagrimales, retenedores de lágrima (como lentes de contacto), antiinflamatorios, antibióticos y terapia de luz.

En Central Óptica disponemos de profesionales y de la tecnología adecuada que nos permite, a través de unas pruebas muy sencillas e indoloras, realizar un diagnóstico preciso y en caso necesario, remitir al oftalmólogo.

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